Con un interesante intercambio de opiniones, visiones e interpretaciones de un problema cómplice del silencio, mujeres rionegrinas y de otros puntos del país avanzaron sin rodeos sobre la violencia familiar, leitmotiv del primer Encuentro de Mujeres Camioneros de Río Negro.
La actividad se desarrolló este sábado en el parador del Sindicato de Camioneros de Río Negro, sobre ruta 22 en Allen, y contó con la presencia de María Teresa Ávila, secretaria de la Mujer de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, FEDECAM, Mariela Inés Di Lema, Secretaria de Derechos Humanos y Capacidades Diferentes, Laura Córdoba y Gabriela Ruiz, representantes del sindicato camionero de Buenos Aires.
El salón del “Parador” de Allen se colmó con más de 250 mujeres que siguieron de cerca la introducción al tema ofrecida por la Dra María Alicia Favot, Jueza de Familia del Juzgado 7 de Cipolletti.
Favot repasó los casos de violencia de género que “a diario se ven en el juzgado” y precisó que “en el 85% de los hechos, la mujer resulta ser víctima de agresión”. “Es muy complejo, porque la situación suele no darse claramente, hay amor en muchos casos, que se presenta de manera posesiva” explicó. “Por eso necesitamos la intervención judicial, trabajar, probar en varios sentidos, evitar un desenlace fatal, éste es el rol de la justicia”, opinó Favot.
La jueza delimitó los alcances y limitaciones de vigente ley 3040, sobre violencia familiar, en la provincia de Río Negro.
A su turno, la Licenciada Lucrecia Rizzi, Consejera de Familia del Juzgado 7, detalló que “hay tres momentos identificables, primero, la acumulación de tensiones, segundo el episodio de violencia propiamente dicho, y el tercer momento llamado de “Luna de Miel”, que se da una vez consumada la agresión, y donde “está todo bien, aquí no ha pasado nada”.
Luego, se proyectó la película “Te doy mis Ojos”, del director Iciar Bollain. Una trama fuerte, que va más allá de la violencia familiar y que generó en la audiencia, angustia, tensión, comentarios por lo bajo, repudio, rechazo, entre otras sensaciones.
Tras la película, y con el tema lo suficientemente instalado, se generó un rico intercambio de pareceres. Mujeres comunes, rionegrinas, hablando en voz alta y con claridad sobre la violencia de género, un tema difícil, sensible ,que de un modo u otro, nos incumbe a todos.