Cuando los referentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y funcionarios del gobierno, iniciaron las negociaciones por un bono compensatorio de fin de año, y sin acuerdo, lograron acordar la liberación de 3.000 millones de pesos para las obras sociales sindicales.

Los fondos serán distribuidos en cuatro cuotas, entre el mes en curso y diciembre, según publicó el diario La Nación y será la buena noticia para los sindicalistas.

Se trata de un compromiso asumido casi al inicio de la gestión de Mauricio Macri para que las prestadoras médicas afronten los tratamientos de alta complejidad y como parte del plan de Cobertura Universal de Salud (CUS).

Dirigentes sindicales que participaron de la reunión expresaron que “hay cerca de 30 obras sociales que están al  borde de la quiebra, el dinero es del sistema, y la salud es difícil de sostener con insumos en dólares”.

El depósito de los fondos había estado en duda por la difícil coyuntura económica, admitieron desde ambas orillas. Sin embargo sería una manera de dinamizar algo la economía en el contexto electoral, algo que no es mal visto por el propio Gobierno.