Una nueva muestra de fuerza y capacidad de movilización del mandamás del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, que -en el día del camionero- juntó a 70000 trabajadores frente a quienes revalidó el pleno apoyo del gremio al gobierno nacional.
El estadio del club Vélez Sarsfield fue, esta vez, el lugar elegido por el titular de la CGT para poner en escena una impresionante muestra de adhesión, legitimada por las seccionales de todo el país de cada una de las siete ramas que componen la actividad.
Moyano, puntual, inició a las 14 su discurso, ofreció un pormenorizado detalle del Sanatorio Antártida, un ambicioso proyecto de salud que camioneros echará a rodar en marzo, adelantó el lanzamiento de una “ART propia” y la rubrica de un acuerdo con YPF para lanzar el “Camión Club Argentino”.
Moyano, dijo no “poder evitar hablar de política” y sin mencionar el nombre, aludió elípticamente al titular de la SRA, Hugo Biolcatti, y a la concentración convocada por la Mesa de Enlace en Palermo, donde el dirigente rural había llamado a “descabezar” al gobierno bonaerense. “Algún lenguaraz con actitud de pendenciero se cree que nos va a asustar” manifestó Moyano y desafió: “a un gobierno peronista no se lo arrea con un pañuelo”. La multitud se encendió y desde el campo y las tribunas colmadas del José Amalfitani se coreaba “camioneros, camioneros”.
En 27 minutos de discurso Moyano habló de todo, de las obras sociales, de la titularidad del Pj –aquí lanzó una mirada cómplice a Néstor Kirchner (presidente del pj) “a ver cuando se decide a asumir la responsabilidad” dijo, sobre las políticas neoliberales de los noventa, sobre “la actitud de algunos medios” que “espero que hayan contado bien la cantidad de gente que vino hoy aquí y espero que no cuenten como lo hicieron Clarín y La Nación en el Rosedal, porque si lo hacen así van a poner que acá hay un millón de personas” disparó.
A la derecha del atril, que simulaba la trompa de un camión, acompañaba la presidenta de la Nación Cristina Fernández y Néstor Kirchner, los gobernadores Daniel Scioli -Buenos Aires- y Luis Beder Herrera -La Rioja- y el jefe de Gabinete Aníbal Fernández.
En fiilas posteriores, los secretarios generales de gremios cegetistas, diputados, senadores, intendentes y funcionarios.
APOSTILLAS
El acto comenzó con la interpretación del Himno Nacional Argentino, en la última estrofa, las gargantas se llenaron “ohh juremos con gloria a morir”; las cuatro caras del estadio José Amalfitani, agitadas, sacudían estandartes, banderas, gorras y distintivos de las diversas seccionales que el sindicato tiene en lo largo del país y que confluyeron en Liniers.
Los casi 30 grados de calor no dieron tregua, algunas nubes oscuras encapotaban circunstancialmente el estadio de Velez, “ojalá llueva al menos un poquito” deseaba –acalorada- una trabajadora del norte del país.
Retirada Pacífica. Concluído el acto, la desconcentración y el retiro de “los compañeros camioneros” fue rápido y sin incidentes.
“Bocha firmame una”. El crack de Independiente de Avellaneda Ricardo Enrique Bochini, estuvo en el acto. Al finalizar “el Bocha” fue descubierto desde la tribuna y debió autografiar una veintena de gorras y remeras, bajo un sol de justicia. Menos demanda tuvo Lalo Maradona, fue hasta detrás del palco a saludar a Pablo Moyano y sólo fue reconocido por algún que otro memorioso.