La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció hoy la creación por decreto de una asignación universal por hijo de 180 pesos destinada a desocupados o trabajadores `en negro`, que será financiada con los recursos de la administración social, previa acreditación de escolaridad y cumplimiento del plan de vacunación de los chicos.
“Si digo que con esto termina la pobreza sería hipocresía y cinismo. No va a ser el fin de la pobreza pero confiamos que puede constituir un paliativo para los sectores que todavía no tienen la posibilidad de un trabajo decente”, sostuvo la mandataria tras el anuncio.
En un acto en el Salón de las Mujeres de Casa de Gobierno, al que asistieron gobernadores, legisladores, dirigentes sociales y representantes de la Iglesia, la jefa de Estado señaló que el trabajo decente “es el único instrumento para combatir y erradicar pobreza” y defendió la política de empleo y previsión social iplementada desde 2003.
Pidió además a los argentinos que entiendan que “nadie nunca podrá dejar de ser pobre si no se tiene educación y salud y por eso estas dos cuestiones están directamente vinculadas” con la asignación anunciada hoy.
Se refirió así a la decisión de que los beneficiarios de esta asignación deben acreditar la concurrencia de sus hijos a la escuela así como el cumplimiento del plan de vacunación oficial.
En cuanto al financiamiento, que insumirá 9 mil 965 millones de pesos anuales, la Presidenta dijo que el anuncio se puede realizar hoy “porque decidimos que los recursos de los trabajadores deben servir a los trabajadores y a los que todavía no consiguieron trabajo”, al referirse a a la estatización de los fondos jubilatorios que aprobó el Congreso en octubre de 2008.
El titular de ANSES, Diego Bossio, afirmó esta noche que la asignación nacional por hijo anunciada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “comenzará a cobrarse a partir del 1 de diciembre”.
Por su parte, el ministro de Economía Amado Boudou, aseguró que los 10,500 millones que se destinarán a la asignación familiar por hijo, anunciada hoy por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, provendrán “de los recursos corrientes del Anses” y de “la rentabilidad” que dan los fondos que administra el organismo.
El titular de la CGT, Hugo Moyano junto al secretario de Derechos Humanos de la CGT, el judicial Julio Piumato opinaron sobre la asignación universal por hijo que decretó el gobierno nacional.
“Si hubiéramos dejado esos recursos en manos de las AFJP, esos 9 mil 965 millones de pesos hubieran sido para pagar comisiones, sueldos ejecutivos y otras cosas más”, afirmó y añadió que “en este momento podemos hacerlo a partir de un financiamiento genuino que alimenta la actividad económica”.
Según precisa el decreto, la asignación será abonada a uno de los padres o tutores de hijos hasta 18 años, y hasta un total de 5 niños y sin límite de edad en caso de hijos discapacitados.
Del monto total de 180 pesos, un 80 por ciento se pagará a través de la ANSES y el 20 por ciento restante por medio de una caja de ahorro a nombre del titular en el Banco Nación, por medio de tarjetas magnéticas.
La implementación y control de la asignación universal quedará a cargo de la ANSES y sujeta a la comisión bicameral de seguimiento de los fondos de la seguridad social, lo que “permite el control absoluto por parte del Parlamento acerca de este beneficio”, según remarcó la mandataria.
En su discurso, la jefa de Estado se refirió a los “muchísimos” proyectos que había en el Parlamento sobre el tema, pero aclaró que “no encontrábamos en ninguno la fuente de financiamiento” y que algunos proponían la creación de nuevos impuestos para financiarlo, “algo absolutamente desaconsejado en épocas de contracción económica”.
“Con el ministro de Economía estuvimos analizando muy a fondo todas las posibilidades y cuando establecimos esta fuente de financiamiento, lo hicimos con la convicción que los recursos de los trabajadores deben ayudar a sostener a los que no consiguieron trabajo”, reiteró.
En otro tramo de su mensaje, Fernández de Kirchner reafirmó que el objetivo de su gobierno “seguirá siendo pelear por el trabajo decente, agregar valor agregado a los productos, tener más industrias, comercios y empresas”.
“Quiero ser la Presidenta que ayude a mejorar la redistribución del ingreso, pero necesito la colaboración de todos, los partidos políticos, las organizaciones sociales, los cultos”, dijo y sostuvo que “más allá de las diferencias, vamos a poder encontrar un punto de encuentro para dar respuesta a los problemas estructurales”.
La Presidenta pidió que estos acuerdos no se logren “desde el slogan, los desafíos, los insultos y descalificaciones, sino desde ideas que se puedan llevar a la práctica como esta”.
En ese sentido, al dirigirse a los legisladores opositores que en su momento votaron en contra de la estatización de los fondos jubilatorios, afirmó: “Fíjense cómo podrían haber ayudado para que esto se pueda llevar adelante” y agradeció a los diputados y senadores que acompañaron aquel proyecto.
Para terminar, Fernández de Kirchner definió la medida anunciada hoy como “un acto de estricta reparación” y añadió: “de justicia va a ser cuando el padre tenga un buen trabajo, un buen salario y una buena casa”.