El año pasado los trabajadores defienderon sus puestos de trabajo, esperan la reactivación.

El corrimiento de los plazos para la puesta en marcha del Sanatorio Allen y la clausura por parte del Ministerio de Salud del sector internación de la Clínica Santa Catalina generaron preocupación en el gremio de la Sanidad –ATSA- que sigue de cerca la evolución de ambos casos.
Es que luego de un prolongado conflicto –con toma del edificio incluída- los 15 empleados del Sanatorio Allen continúan esperando el llamado de los nuevos gerenciadores –el Sindicato de la Fruta- para reanudar la actividad asistencial en ese tradicional centro de salud de Allen. La Secretaria Gremial de ATSA Gloria Ovejero, resaltó que “se han realizado importantes refacciones en el área de quirófano, cocina y terapia intensiva”. Sin embargo, la dirigente no dudó en poner en el debe la dilatación de la reapertura de puertas del Sanatorio, “primero se había hablado de marzo, pero se ha retrasado todo y la gente necesita trabajar” puntualizó. Es que los trabajadores esperan con ansias retomar la actividad porque solo están percibiendo parte de lo adeudado por la anterior administración.
Ovejeró señaló que la situación de las clínicas privadas en la vecina ciudad es delicada pues recientemente el Ministerio de Salud determinó la clausura del primer piso de la Clínica Santa Catalina, sector destinado a internaciones. “Es un hecho preocupante pero hemos constatado que hay documentos en la municipalidad que datan de 1973 y aluden a los requisitos edilicos que debe cumplir un sector de internación” explicó Gloria Ovejero. “Entre ellos –puntualizó- el ascensor, que en esa clínica no existe”. La dirigente gremial se mostró preocupada por la situación descripta ya que “en esa clínica sólo funcionan los consultorios, de lunes a viernes y hasta las 21”. “¿Qué pasa durante los fines de semana, los feriados, por la noche?” se preguntó, añadiendo que frente a un imponderable el sistema de salud público de esa ciudad sufriría un virtual colapso.