La Organización Internacional del Trabajo (OIT), que acaba de celebrar su Céntesima Conferencia Anual en Ginebra ( Suiza), reclamó en Madrid en un nuevo estudio sobre España “la aplicación de políticas centradas en el empleo para consolidar la frágil recuperación de ese país”.
El informe indicó que no obstante algunas señales esperanzadoras que anuncian que “la economía española comenzó a emerger de la crisis, se impone aplicar una serie de políticas económicas, de empleo y del mercado laboral para consolidar una recuperación todavía frágil y comenzar a reducir la desocupación”.
El nuevo informe fue realizado por el Instituto Internacional de Estudios Laborales del organismo tripartito internacional, que propuso adoptar “un plan de choque que garantice que ningún joven sea rezagado” y, al mismo tiempo que “evite reducciones de los salarios y estimule las reformas financieras para posibilitar que las empresas sostenibles tengan un mayor acceso al crédito”.
El estudio, titulado “España: Empleos de calidad para una nueva economía”, indicó que “la tímida recuperación es impulsada por las exportaciones, que tuvieron un incremento anual de más del 15 %, en particular los productos de alto valor agregado”.
“Comenzaron a repuntar también las inversiones en maquinaria y equipo y, la creación de empleo en sectores con elevado potencial de crecimiento, empezaron a contrarrestar la continua pérdida de puestos de empleo en otras áreas, como la construcción”, afirma el análisis.
“Unos tres millones de empleos se perdieron después del máximo alcanzado en el primer trimestre de 2008. Esa tasa aumentó en más de 13 puntos, alcanzando el 21,3 por ciento en el primer trimestre de este año, la más alta entre las economías avanzadas”, aseveró.
El estudio agregó que “la tasa de desempleo de los jóvenes de entre 15 y 24 años se incrementó más de 24 puntos entre los primeros trimestres de 2008 y 2011 y, ahora, más del 45 por ciento está desocupado”, en tanto subrayó que el sector de la construcción representa alrededor del 52,3 por ciento del total de las pérdidas de trabajos en ese mismo período.
Los trabajadores migrantes representaron casi el 14 por ciento del total del empleo entre los primeros trimestres de 2009 y 2011, aunque en el mismo período constituyeron el 23,5 por ciento del total de puestos de trabajo perdidos, por lo que los flujos de migración netos disminuyeron en más de 60 por ciento en la crisis.
“El desafío de España es responder a la crisis financiera mundial y al final de un modelo de crecimiento ineficiente impulsado por la construcción, la vivienda y un consumo sustentado por el crédito y fomentado por el sistema financiero, por lo que el objetivo debe ser la transformación estructural hacia una economía más equilibrada y enfrentar la situación deteriorada del empleo”, aseguró Raymond Torres, director del Instituto.
Explicó que ello podría lograrse a través de “un sistema financiero sólido que priorice las inversiones productivas, en lugar de incentivar la burbuja inmobiliaria o premiar beneficios a corto plazo”, y aseguró que “la aplicación de las recomendaciones de la UE sobre prácticas de remuneración en el sector financiero ayudaría a reducir los riesgos y aportaría un sentido de equidad”.
El estudio propone “la supervisión de las recientes reformas de la negociación colectiva para evaluar sus efectos sobre el empleo y los ingresos, el aumento de la eficiencia de los programas de trabajo y garantizar recursos para Servicios Públicos de Empleo”.