El día de la Lealtad que se festeja el 17 de octubre tiene como principal protagonista al movimiento obrero y a las masas de trabajadores que irrumpieron -en pleno centro- porteño, aquel 17 de octubre de 1945 exigiendo la libertad del Coronel Juan Domingo Perón, quien al frente de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, había promovido derechos –postergados- de los trabajadores.
Desde la Secretaría de Trabajo, Perón, con el apoyo de los sindicatos empieza a desarrollar gran parte del programa sindical histórico: se crearon los tribunales de trabajo; se sancionó el Decreto 33.302/43 extendiendo la indemnización por despido a todos los trabajadores; más de dos millones de personas fueron beneficiados con la jubilación; se sancionó el Estatuto del Peón de Campo y el Estatuto del Periodista. Se crea el Hospital Policlínico para trabajadores ferroviarios; se crean las escuelas técnicas dirigidas a obreros; en 1944 se firmaron 123 convenio colectivos que alcanzaban –en esa época- a más de 1.400.000 obreros y empleados y en 1945 otros 347 CCT para 2.200.000 trabajadores.
Aquel histórico miércoles 17 de octubre de 1945 se inició con una movilización de trabajadores de la Boca, Barracas, Parque Patricios y de los barrios del Oeste de la Capital Federal. La acción estaba apenas coordinada por algunos dirigentes gremiales que días anteriores habían intentando una movilización, sin embargo la principal fuerza de convocatoria provenía de las mismas columnas que marchaban al centro.
Ante la fuerte presión de los manifestantes, el Ministro de Guerra, Eduardo Avalos, principal enemigo de Perón, decidió liberar a Perón y renunciar. A las 21.30 Perón salió a un balcón de la Casa de Gobierno y desde ese momento se inició entre el líder político y los trabajadores, una comunión que se mantiene a lo largo del tiempo, además de la trascendencia política; la clase obrera se incorpora a la vida del país, con la aspiración de ser reconocida como uno de los factores de poder.