El Consejo Directivo de la Confederación General de Trabajo, CGT reunido en pleno -ayer- decidió realizar una movilización para el próximo 22 de agosto.
Tras los incidentes en el desalojo policial a la planta de Pepsico, la central obrera decidió llevar adelante una acción de protesta y la enmarcó en un repudio generalizado a la política económica del Gobierno y la intervención de cuatro sindicatos desde la asunción de Mauricio Macri, aunque la fecha será después de las Primarias del 13 de agosto.
“Naturalmente le hemos transmitido nuestra preocupación a las esferas gubernamentales porque creemos que se podrían haber utilizado otros métodos para evitar esta imagen triste, lamentable, cercana a la tragedia, de Argentina”, dijo Schmid para luego reconocer que solo el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, fue el que los atendió.
Schmid también agregó que “hay una política global que deteriora el salario, que busca la revisión de los convenios colectivos para firmar a la baja, que aumenta la pobreza y que multiplica los despidos, como lo estamos viendo día a día. Y frente a eso tenemos que decir basta”.
Varios dirigentes sindicales plantearon la necesidad de un paro de actividades, sin embargo no encontraron eco en la mayoría. El 28 de julio se realizará un Confederal, y el 22 de agosto será la marcha.