La presidenta Cristina Kirchner almorzará este martes con la cúpula de la CGT en Olivos, donde recibirá el apoyo de la central obrera ante la tensión con la oposición y pedirá que los gremios acuerden las subas salariales lo antes posible para evitar que se desaten conflictos laborales.
El objetivo es que los trabajadores consigan los aumentos para todo el año y cierren las paritarias evitando que se desate una escalada de conflictividad, ante el crecimiento del mal humor por el avance de la inflación y con lo fuertes antecedentes del año pasado.
Asimismo, la cumbre servirá al Gobierno para reforzar el respaldo de la central obrera liderada por Hugo Moyano en medio de la elevada tensión política por la confrontación con la oposición, mientras el kirchnerismo intenta utilizar las reservas para pagar la deuda externa.
Como lo hizo a fines de febrero ante la plana mayor del empresariado argentino, la jefa de Estado pedirá “responsabilidad” a los gremios y apoyo a la gobernabilidad, tras denunciar “intentos de destitución evidentes” por parte de “algunos sectores”.
La realidad indica que este año la suba de precios marcó la agenda de los gremios que hasta aceptaron retrasar las negociaciones un par de meses para analizar la proyección de la inflación y acordar así una suba acorde al costo de vida.
Los empresarios sostienen que no pueden afrontar las cifras que piden los trabajadores (de entre el 20 y el 30 por ciento) porque aún padecen las secuelas de la crisis externa que afectó al país durante la segunda mitad de 2008 y todo 2009.
Cuando almorzaron con la presidenta en Olivos hace 15 días, los empresarios brindaron su respaldo explícito al Gobierno, pero demostraron algunas dudas sobre cómo se desempeñará la economía por la tensión política.
Ahora, el Gobierno quiere estrechar las relaciones con los trabajadores para fortalecerse de cara a la consolidación de la recuperación económica y con las miras puestas en las elecciones presidenciales de 2011.
Por su parte, la CGT está decidida a apoyar el proyecto político y económico kirchnerista como lo hace desde que Néstor Kirchner asumió la presidencia en mayo de 2003.
Moyano ya redobló su ofensiva contra la oposición al advertir que existe un “complot destituyente” contra el Gobierno, una teoría que había sido abonada por la propia presidenta en un discurso efectuado por Cadena Nacional durante la última semana.
Asimismo, el dirigente gremial Julio Piumato se sumó a las denuncias y alertó a los trabajadores que hay una “incipiente intentona de imponer un golpe de Estado” en la Argentina por parte de los poderes Legislativo y Judicial.
La jefa de Estado encabezará el almuerzo con la cúpula de la central obrera en la residencia de Olivos el martes a las 12.30, acompañada por su esposo, el ex presidente y actual diputado nacional, Néstor Kirchner.
Fuente Conciliación Obligatoria