Durante los últimos meses una de las tareas del gremio legislativo APEL estuvo orientada a no perder el poder adquisitivo, afectado por el alza del costo de vida. Es por ello que APEL, mientras ideaba estrategias y reclamaba que sus representados perciban sus haberes, al menos, antes del 10 de cada mes, también trabajaba en medidas que provoquen subas en sus ingresos.Estas gestiones fueron siempre paralelas a las que se desarrollan en el Poder Ejecutivo de la provincia y consistieron, fundamentalmente, en la recategorización de los trabajadores y en un aumento de haberes.
Con referencia a la primera de las medidas, se trató de reposicionar a una importante cantidad de agentes, colocándolos en una mejor posición con referencia a su situación anterior.
“Para ello fueron necesarias una serie de reuniones y encuentros con el presidente de la Legislatura y su equipo de colaboradores, y tras un intenso análisis se logró subir en sus categorías a algo más de 240 empleados”, indicaron fuentes del mencionado gremio.
Para lograr un proceso justo el gremio solicitó la concreción de las siguientes tareas por parte de la patronal:
1) Un detallado informe de evaluación de desempeño de cada uno de los agentes que cumplían funciones en la sede central de la Legislatura y en los diferentes bloques y que estaban sujetos a control horario y de asistencia.
2) APEL solicitó también un listado con el uso de las licencias de cada uno de esos trabajadores, ya que cierta parte del personal no lograría el rendimiento deseado en su cargo debido a un importante nivel de inasistencia.
3) Asimismo, se pretendía corregir una injusta situación que se originó de manera involuntaria. Tras la concreción del último proceso de pase a Planta Permanente de trabajadores que eran hasta ese momento jornalizados, según Resolución Nº 214/2007 de fecha 27 de febrero del 2007, se advirtió que varios de los ingresantes fueron ubicados en categorías iguales o superiores a empleados que poseían una mayor antigüedad. La idea era corregir esa circunstancia.
4) Finalmente, se deseaba mejorar la situación salarial y laboral de un sector muy especial de los trabajadores, lo que seguramente podía alcanzarse con el esfuerzo, comprensión y buena voluntad de las partes intervinientes en este trámite. Concretamente se trataba de brindarles mejores posibilidades a los agentes que se encontraban a cinco años o menos de acceder al beneficio previsional, es decir, mujeres mayores de 55 años de edad y hombres de 60.
Finalmente las recategorizaciones se obtuvieron y ello no significó solamente una inmediata percepción de mejora en las remuneraciones brutas, sino que además es un elemento sustancial a la hora de efectuar –en el futuro- los cálculos que definirán los haberes jubilatorios de los mismos.
Mejora salarial
En síntesis, APEL pretende –como desde su creación- dignificar la tarea legislativa y creemos que no hay mejor método que mejorando la posición de sus trabajadores, teniendo en cuenta una serie de parámetros que demuestren una contraprestación adecuada por parte de ellos.
Fuente APEL