Héctor Recalde diputado del frente para la Victoria.
La CGT avaló el proyecto del diputado Héctor Recalde, que este miércoles será llevado a la Cámara baja, para que las empresas distribuyan parte de las ganancias entre los trabajadores, el cual fue rechazado de plano por la Unión Industrial Argentina (UIA) porque “atenta contra la inversión y la producción”.
La aprobación de la iniciativa fue resuelta en un encuentro que el Consejo Directivo de la central obrera, encabezado por Hugo Moyano, mantuvo con el legislador kirchnerista y abogado laboralista.
La información fue confirmada por el Secretario de Derechos Humanos de la CGT, Julio Piumato, a través de su cuenta en la red social Twitter y rápidamente la UIA, presidida por Héctor Méndez, salió a rechazar la iniciativa y a difundir un informe sobre la distribución del ingreso.
“Si el conjunto de los trabajadores percibieran el salario que reciben los industriales formales, el porcentaje de participación del salario en el PBI ascendería al 70 por ciento, con lo cual se cumpliría con creces el objetivo de distribución expresado públicamente”, aseguró la UIA, según un informe elaborado por el Centro de Estudios de esa entidad.
Agregó, en tal sentido, que “el verdadero camino para mejorar la distribución del ingreso requiere políticas públicas que promuevan la formalización de empleos y la mejora de los ingresos de los trabajadores en el resto de los sectores de la economía y no proyectos que en definitiva van a atentar contra la inversión y la producción, fomentando el aumento de la economía informal, con resultados contrarios a los que se proclaman”.
La reunión en la sede de la central obrera en Azopardo al 800 empezó poco después de las 16:00, en la cual Recalde analizó con los máximos dirigentes de la CGT el proyecto de ley que busca la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas, a través de un proceso gradual, comenzando por las más grandes.
El proyecto que también cuenta con el aval del bloque oficialista de la Cámara Baja y de diputados de izquierda obliga, en una primera etapa, a distribuir ganancias a aquellas empresas con una nómina de personal superior a los 300 empleados.
También plantea que la proporción a distribuir sería del 10 por ciento de las ganancias netas de la empresa: 8 por ciento para los empleados y el 2 por ciento restante para el fondo solidario administrado por la CGT.
Recalde afirmó que la iniciativa permitirá “reactivar la economía y el mercado interno” y prometió convocar a las organizaciones empresarias para que participen del debate parlamentario.
En declaraciones radiales, el diputado destacó que el proyecto “tiene la virtud de distribuir con más equidad la riqueza, la renta nacional, porque cuando el trabajador percibe un aumento del poder adquisitivo, lo vuelca al consumo interno”.
“Si el trabajador está incentivado para que la empresa tenga ganancias, obviamente va a facilitar eso, porque va a participar de ellas”, añadió.
Consideró que el proyecto “no tiene ninguna incidencia en el costo laboral porque no tiene aportes ni contribuciones ni incide en ningún concepto del contrato de trabajo”.
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