La Cámara Nacional del Trabajo reconoció la “incapacidad absoluta” de un empleado para realizar sus tareas y lo autorizó a percibir una indemnización equivalente al despido sin causa; Art. 245 de la Ley 20744.
El trabajador durante varios años se desempeño en una empresa transportadora de caudales, donde vió afectada su salud por una lesión venosa crónica con úlceras varicosas, artropatía degenerativa de columna cervical y lumbar y una cardiopatía coronaria que le produjo una incapacidad laboral del 82%.
El tribunal evaluó que estas afecciones le impedían al trabajador desarrollar cualquier tipo de tareas y condenó a la empresa a pagar una indemnización de 26.500 pesos más intereses.
En agosto del año 2005 el trabajador tomó un período de licencia por enfermedad, pero al no poder reintegrarse a sus tareas, se consideró despedido. La empresa se opuso; sin embargo la Cámara sostuvo que “comprobada la incapacidad al momento de la desvinculación es irrelevante el modo en que se concretó la extinción porque, en definitiva la causa jurídica de la ruptura es el estado de inhabilidad del trabajador para continuar desempeñandose en una relación dependiente determinada”.
Los camaristas Miguel Angel Pirolo y Miguel Maza agregaron que “la relación laboral cesa, no porque alguna de las partes lo decida sino porque existe una razón legalmente prevista como causa extintiva del vínculo” contemplada en el art. 212 de la Ley de Contrato de Trabajo (20.744). La norma establece que “cuando de la enfermedad o accidente se derivara una incapacidad absoluta para el trabajador, el empleador deberá abonarle una indemnización de monto igual a la expresada en el art. 245″ de esta ley.
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