Un Informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) resalta el impacto positivo de la Asignación Universal por Hijo y la define como “una de las políticas que más consenso ha tenido en el país en las últimas décadas”.
El estudio demuestra que la cobertura de las asignaciones familiares a partir de fines de 2009 marcó un impacto positivo en la reducción de los niveles de pobreza e indigencia.
En 2009 el gobierno de Argentina estableció un nuevo programa de transferencias para niños, niñas y adolescentes (Asignación Universal por Hijo – AUH) que extiende el programa de Asignaciones Familiares Contributivas (AFC) a las familias de la economía informal, a los desempleados y a los trabajadores del servicio doméstico.
Diego Bossio, Director Ejecutivo de ANSES, sostuvo que “ la AUH es un derecho que vino para instalarse y quedarse en la Argentina, es de todos los argentinos y que nos permite llegar desde ANSES a las personas de este país que más lo necesitan”.
La protección social es una de las dimensiones claves para la Agenda de Trabajo Decente que promueve la OIT. El objetivo de ampliar y fortalecer los regímenes de protección social de los trabajadores fue adoptado por los países de la región a través de la Agenda Hemisférica de Trabajo Decente 2006-2015.
Según el informe, la AUH redujo, desde su implementación, la indigencia y la pobreza en los niños, niñas en un 65% , adolescentes en un 8%. El estudio de la OIT señala: “Viven en el país aproximadamente 12,1 millones de personas menores de 18 años, de las cuales el 55% estaría cubierta por el régimen contributivo, lo que representa alrededor de 6,7 millones de beneficiarios. La implementación de la AUH permitiría, entonces, alcanzar a 4,6 millones de niños y adolescentes adicionales, lo que determinaría que casi la totalidad de ellos estén cubiertos por alguna de las dos modalidades de asignaciones familiares vigentes”.